
Voy a ordeñar el cielo
para mojar los caminos
de arenas infecundas.
Voy a levantar un bosque
de castaños, piñoneros;
plagado de arbustos
preñados de vida.
Saborear mis instantes
de abandono.
Voy a construir mi refugio
con olor a roble y raulí.
Cálido hospedaje
para habitar mi pasión.
Voy a prolongar la noche
para ver el alba;
pernoctar con la tristeza.
Voy a tomar la mañana
para beber los minutos,
respirar los aromas
de tierras, de flores;
de trinos y clamores
y abatir lo incongruente.
Leonardo Silva ( San Bernardo)