domingo, octubre 21, 2007

LASITUD



Señor de los veleros celestes,
llevadme a los confines, a las travesías,
por los tubos polifónicos,
donde no puedan saquear mis huertos,
y un cometa enterrado
nos de una limosna de claridad.

Llevadme señor, con tu aliento
a las esquinas puras,
al minuto donde el murmullo de palomas
ahuyente la injusta causa,
donde los clarines y los coros
atormenten el acto egoísta.

Sacadme de la profundidad nocturna,
de la modulación triste.
Recibe mi insomnio cansado,
lleva mi esperanza perdida
a la comunidad halada.

Allí calmare la tempestad del alma,
y mientras el divino bañe mi ser,
el barco de los sueños esperará
para volver con la saciedad y el perdón.


Leonardo Silva (San Bernardo)

FANTASIA






Busco en la oscuridad
la flor silvestre.
Queriendo taladrar las sombras
mis espejos buscan
el reflejo de sus pétalos
y el perfume de su cáliz blanco.

Es la orquídea, mi amor secreto.
Aquella exclusiva escondida,
aguardando la pasión de mis ojos…
De pronto…se enciende.
Sus fosforescentes pistilos
muestran la campana
de su albo velo.

Me invita con una lágrima
que limpia el sendero.
Nos amamos en silencio…,
más luego mi abrazo la funde,
se extingue en mi cuerpo,
me inunda de suavidad
y con mi llanto se esparce toda,
rebrotando dentro de mi.

Salgo de lo prohibido, en la niebla
tratando de inquirir lo insondable
con mi arcano secreto.
Estoy pleno…
y con el perfume de su amor.

Leonardo Silva (San Bernardo)

MUJER



Hoy no se cual es mi sino
Si he de viajar por espacios,
encontrando la claridad
o dejando articulaciones
en el aire de la tarde.

Hoy estoy confuso, perdido
con el pezón de rosas moribundas
entre mis manos reclusas.

Las he deshojado sin pensarlo, triste.
Mi enfermedad nos ausenta,
más tu presencia está en el ambiente
donde el silencio blanco
te viste de ilusión fugaz.

He detenido el segundo
para contemplar y acariciar el punto
donde dibujo tu imagen serena.

Me han llegado recuerdos
del festivo encuentro;
el placer de tenerte
y el indescriptible sonido de tu amor.

Haz sido lo emotivo
la canción alegre, tierra fértil,
lo tierno de esta vida,
¡Mujer!...


Leonardo Silva (San Bernardo)

TRANSEÚNTE DEL SUR



Entre montes dibujados
Sobre bóveda escarlata,
Bajo la vía epicarpio del cielo,
Entre pulvíferos senderos
Titilan las estrellas de Machali
Pedazo de campo
Cenit de tranquila calma
Do alimento mi verso claro.
Pueblo de mineros, labriegos,
Que trasquilan la esencia
De la madre donde habitan.
Allí donde crepitan las bellezas
De alimento, de soñar.
El ocaso te mostró quieto
Con la paz del valle
El misterio de la oscuridad,
Más la emisión de acentos
De vidas que claman austeridad.
¿Cómo son tus hijos Machali?
¿Tristes y apartados?
¿o abiertos, amigos del afecto?
desposeídos de maldad
como transeúnte del sur?...
¿Cómo tienes tu mano Machali?
¿dura y fría como metal
o cálida como mi extremidad?
Te abrazaré en mi próxima parada,
beberé de tus rocíos,
devoraré tus paisajes,
hasta saciar el hambre de vislumbrar
tu verdadera identidad.

Leonardo Silva (San Bernardo
)

San Bernardo



Entre la soledad del Chena
la blanca cordillera,
el rumor de acequias
de calles adornadas
por alamedas tristes.
En el gemir luminoso
donde duermen los poetas
estás, San Bernardo.

Eres calma, paciencia,
trigo en el vientre,
el artesano que modela mi letra.
En ti nací inocente, confiado
entre labriegas voces,
naranjos en flor, nogales
y el silbido de la mañana.

He bebido tus lunas en el andén
y en los pilares acostados.
Eres la esperanza del sueño
protegido por el cóndor soberano
espíritu errante que aparta maldad.

San Bernardo fértil tierra,
oasis de paz dormitando en silencio;
de las artes padre,
de los afligidos regazo
de los campesinos,
valle protegido.

Leonardo Silva (San Bernardo)

DISTANCIA



Si tuviera que decirte en verso
te quiero vida;
pediría al néctar de una flor
su licor para embriagarte.
Con alas de palomas haría nido
y con pétalos, el perfume que cautiva.
Ahuyentaría las desdichas
cantando mi amor sereno.
Lejos de ti, con tu recuerdo
encendiendo el cuarto,
pido a rocío te bese por mí
pues en mi ventana retorna
con el sabor de tus labios.
Cuento las horas tristes,
añoro de sed, tus lágrimas amantes,
y las ilusión de tenerte
regocija mi fantasía.
Si llego a rendir el alma al Divino
quisiera ser viento.
Abrazarte como al trigal,
con idioma de brisas decirte:
Te quiero vida, amor..., te espero.


Leonardo Silva (San Bernardo)

Bienvenida

Si llegaste aquí es porque te gusta la poesía. Porque eres un ente sensible, soñador que se alimenta de palabras en un verso callado. Es porque
cantas o encantas el alma, habitante de esperanzas, hermano de la
aptitud, compañero de lamentos, diseñador de bellezas, labrador de tierras secas,
poeta escondido. Disculpadme, esta es mi casa, hoy la vuestra donde desnudo
secretos a quién quiera poseerlos... Esta es palabra recién nacida del vientre
interior, mi pluma os saluda en el ojo del tiempo y la distancia, Más allá del
hoy, resumido en un instante.

Leonardo Silva

Batuco, Lampa, Chile