domingo, diciembre 12, 2010

DUERMES AMOR



Duermes amor después de otro día,

tras el transcurso de correr con el trigal;

es tu remanso, es tu consuelo...descansar,

es pincelada ver tu cuerpo en el nidal.

El lecho blanco donde desnudas tu nombre

que abraza tu cuerpo de cálida piel,

es el mensajero que guarda la esencia,

la lágrima fría, la gota de miel.

En la hora frágil, con el cansancio anterior,

bebo de tu fuente de vida, un sorbo de sueños,

murmullo de brotes, tu diafanidad.

Mientras renuevas el humo de los fuegos.

el oro de los prados de la tarde, tus cabellos,

esperan en la almohada, despertar auroras,

y el fuego interno enciende tu mirada

que frene las ansias y mi celeste tempestad.

Soy espectador, guardián de tu ensueño,

peregrino conductor de nubes, un refugio,

tal vez un embrujo, para retener tu voz,

las pálidas manos y el pezón de rosas anidado.

En mi rincón diminuto, estoy temblando de vida,

contemplo, suspiro, recuerdo los años idos;

duermes hija del viento, entre las cadencias,

los espacios claros y mi amor que es tu abrigo.

Leonardo Silva (20 Abril 2010)
(Poema que participó en el II Torneo de poesía de "Los Caballeros de la Dama de Cristal" con el seudónimo de Caballero Coraje.
http://loscaballerosdeladamadecristal2.blogspot.com/2010/04/resultados-de-semifinales-ii-torneo-de.html

PERDIDA ENTRE BAÚLES


He buscado entre baúles, en los espacios claros,

un atisbo, una migaja de aquella jóven;

carmín, polvorita y trigal, un eterno cantar,

mas ha quedado perdida... en el altar.

Dónde quedaste mujer, dónde tus brios;

los que consumieron penas,

taladraron quimeras y dieron paz...

Recuerdo cuando bebías de mi boca la ternura,

cuando la llama encendida, la pasión,

era un torrente de cumbres, esencia de lunas,

amor entre bemoles y una canción,

que aún sigue en el camino, sin nada más.

Me apena verte fatigada, entregada

con el cansancio de siglos, la tristeza,

los cabellos esparcidos, como nidos,

como si diera lo mismo, vivir o morir.

Qué puedo hacer, amor, para encender tu vida,

como presencia festiva; mi sol y mi verso,

fulgor celeste que serena mi hastío,

como corceles que corren de tus brazos idos.

Briosos eran los días, las carreras, la alegría,

dibujando entre cornisas o donde muere el sol,

un gigante corazón un "te quiero vida mía",

fundidos con el cariño de una gran noche de amor.

He guardado el cristal de las mejores horas,

la armonía de tu voz, la esperanza, la ternura,

las ansias de que me guíes, sin el tormento

de saber que te he perdido, que no te encuentro...


Leonardo Silva (14 Abril 2010)
(Poema que participó en el II Torneo de poesía de "Los Caballeros de la Dama de Cristal" con el seudónimo de Caballero Coraje.)
http://loscaballerosdeladamadecristal2.blogspot.com/2010/04/resultados-de-la-ii-fase-ii-torneo-de.html

Nacer, Emilia


De la boca de la vida emerges

con tus brazos apuntando cielo;

como disparo de tu madre vientre

que abrió el rocío de su lindo velo.

Que bella la fuente de tu ninfa

que despertaron el alma que dormía

mientras la hierba de su pubis quieto

recibía una perla de tu lágrima fría.

En el principio de todo, nacías...,

con el aliento propio de la vida,

graciosa festividad, Emilia

asida aún al cordón que te sustenta.

En el jardín desierto de tu mente,

escribes el primer recuerdo, la primera luz,

el primer sonido externo

sobre el cáliz blanco de tu piel.

El cordón es ya una flor ombligo

que han cubierto los sedosos lirios;

es tu cuerpo ya arropado y tibio

has llegado, a este suelo y nido.

Leonardo Silva (7 Abril 2010)
(Poema que participó en el II Torneo de poesía de "Los Caballeros de la Dama de Cristal" con el seudónimo de Caballero Coraje.)

http://loscaballerosdeladamadecristal2.blogspot.com/2010/04/resultados-de-la-i-fase-ii-torneo-de.html

domingo, enero 06, 2008

Gotas de Agua



Como dos gotas de agua
sobre un pétalo virgen.
Como dos diáfanas esmeraldas,
como ave del paraiso, la conocí.

Tierna, chiquilla, mujer...
Eres su eco, su vibración,
el cristal que la muestra
alegre, inocente, pura.

Como dos blancas azucenas,
como la flor gemela
vas germinando dulce.

Como dos lágrimas certeras
como lluvia en primavera
te pareces a tu madre.

Camino Ciego


Por el camino ciego

desliso articulaciones

aún esperanzadas.

El perfume de tu alma

da caricias, aguas

reflejando días por llegar.

Acompañas el correr

de mis horas

y la sombra del desencanto

se torna umbrátil fenecido.


Es tu presencia festiva,

la intimidad de tus noches,

el temblor de una lágrima en tus ojos

y tu amor asistiendo mis días

lo que me da vida.


Quiero beberte a pequeños sorbos

cual manjar delicado.

Quiero dejar solitarios los senderos

sin tu jovialidad.


Necesito tus luces sólo para mi,

pues al mirarte,

huye el dolor...



Leonardo Silva ( San Bernardo)

miércoles, diciembre 12, 2007

La Flor



Una flor emergerá de tu vientre
donde vive la vida que viene .
Un aroma de infante será
lo que alegre a las margaritas
en el postrer domingo de mayo.

De Mariela es la ilusión
de que llegue con la sonrisa,
con el trigo en la mano, abierta,
para dar al que pide la paz.

Con el don materno que enseña
surgirá entre vientos y el mar ;
contará las estrellas por cien ,
que pondrá en tus manos, también.

Cuando llegue dale parabienes
del amigo y la pluma que ves ,
pues la madre que eres, alegre,
ha dejado la huella que tienes.

Leonardo Silva (San Bernardo)
12/12/07

domingo, octubre 21, 2007

LASITUD



Señor de los veleros celestes,
llevadme a los confines, a las travesías,
por los tubos polifónicos,
donde no puedan saquear mis huertos,
y un cometa enterrado
nos de una limosna de claridad.

Llevadme señor, con tu aliento
a las esquinas puras,
al minuto donde el murmullo de palomas
ahuyente la injusta causa,
donde los clarines y los coros
atormenten el acto egoísta.

Sacadme de la profundidad nocturna,
de la modulación triste.
Recibe mi insomnio cansado,
lleva mi esperanza perdida
a la comunidad halada.

Allí calmare la tempestad del alma,
y mientras el divino bañe mi ser,
el barco de los sueños esperará
para volver con la saciedad y el perdón.


Leonardo Silva (San Bernardo)

FANTASIA






Busco en la oscuridad
la flor silvestre.
Queriendo taladrar las sombras
mis espejos buscan
el reflejo de sus pétalos
y el perfume de su cáliz blanco.

Es la orquídea, mi amor secreto.
Aquella exclusiva escondida,
aguardando la pasión de mis ojos…
De pronto…se enciende.
Sus fosforescentes pistilos
muestran la campana
de su albo velo.

Me invita con una lágrima
que limpia el sendero.
Nos amamos en silencio…,
más luego mi abrazo la funde,
se extingue en mi cuerpo,
me inunda de suavidad
y con mi llanto se esparce toda,
rebrotando dentro de mi.

Salgo de lo prohibido, en la niebla
tratando de inquirir lo insondable
con mi arcano secreto.
Estoy pleno…
y con el perfume de su amor.

Leonardo Silva (San Bernardo)

MUJER



Hoy no se cual es mi sino
Si he de viajar por espacios,
encontrando la claridad
o dejando articulaciones
en el aire de la tarde.

Hoy estoy confuso, perdido
con el pezón de rosas moribundas
entre mis manos reclusas.

Las he deshojado sin pensarlo, triste.
Mi enfermedad nos ausenta,
más tu presencia está en el ambiente
donde el silencio blanco
te viste de ilusión fugaz.

He detenido el segundo
para contemplar y acariciar el punto
donde dibujo tu imagen serena.

Me han llegado recuerdos
del festivo encuentro;
el placer de tenerte
y el indescriptible sonido de tu amor.

Haz sido lo emotivo
la canción alegre, tierra fértil,
lo tierno de esta vida,
¡Mujer!...


Leonardo Silva (San Bernardo)

TRANSEÚNTE DEL SUR



Entre montes dibujados
Sobre bóveda escarlata,
Bajo la vía epicarpio del cielo,
Entre pulvíferos senderos
Titilan las estrellas de Machali
Pedazo de campo
Cenit de tranquila calma
Do alimento mi verso claro.
Pueblo de mineros, labriegos,
Que trasquilan la esencia
De la madre donde habitan.
Allí donde crepitan las bellezas
De alimento, de soñar.
El ocaso te mostró quieto
Con la paz del valle
El misterio de la oscuridad,
Más la emisión de acentos
De vidas que claman austeridad.
¿Cómo son tus hijos Machali?
¿Tristes y apartados?
¿o abiertos, amigos del afecto?
desposeídos de maldad
como transeúnte del sur?...
¿Cómo tienes tu mano Machali?
¿dura y fría como metal
o cálida como mi extremidad?
Te abrazaré en mi próxima parada,
beberé de tus rocíos,
devoraré tus paisajes,
hasta saciar el hambre de vislumbrar
tu verdadera identidad.

Leonardo Silva (San Bernardo
)

San Bernardo



Entre la soledad del Chena
la blanca cordillera,
el rumor de acequias
de calles adornadas
por alamedas tristes.
En el gemir luminoso
donde duermen los poetas
estás, San Bernardo.

Eres calma, paciencia,
trigo en el vientre,
el artesano que modela mi letra.
En ti nací inocente, confiado
entre labriegas voces,
naranjos en flor, nogales
y el silbido de la mañana.

He bebido tus lunas en el andén
y en los pilares acostados.
Eres la esperanza del sueño
protegido por el cóndor soberano
espíritu errante que aparta maldad.

San Bernardo fértil tierra,
oasis de paz dormitando en silencio;
de las artes padre,
de los afligidos regazo
de los campesinos,
valle protegido.

Leonardo Silva (San Bernardo)

DISTANCIA



Si tuviera que decirte en verso
te quiero vida;
pediría al néctar de una flor
su licor para embriagarte.
Con alas de palomas haría nido
y con pétalos, el perfume que cautiva.
Ahuyentaría las desdichas
cantando mi amor sereno.
Lejos de ti, con tu recuerdo
encendiendo el cuarto,
pido a rocío te bese por mí
pues en mi ventana retorna
con el sabor de tus labios.
Cuento las horas tristes,
añoro de sed, tus lágrimas amantes,
y las ilusión de tenerte
regocija mi fantasía.
Si llego a rendir el alma al Divino
quisiera ser viento.
Abrazarte como al trigal,
con idioma de brisas decirte:
Te quiero vida, amor..., te espero.


Leonardo Silva (San Bernardo)

miércoles, agosto 08, 2007

Lo sé



Se de los vaivenes
y de la luz amarga,
del hondo minuto del recuerdo,
de los pétalos cayendo en la noche
con los sueños tronchados
por el dominio callado de la crueldad.

Más, sé de tu amor
y constante compañía,
del aliento sereno
como el son del ave pasajera.

Sé de la cruz del perdón,
de la nueva tentativa,
de buscar el norte de las ansias
que justifiquen mi acerbo latir.
Pero sé del niño que pide,
de las mujercitas en las calles
regando su néctar por un pan.

Sé como punza mi alma
cuando suenan las campanas
despidiendo al hijo en el andén;
más sé como tú quedas aquí
alimentándome,
buscando la chispa,
esperando la partida
hacia el horizonte del triunfo final.

Vida..., lo sé
más nada puedo hacer...

Leonardo Silva (San Bernardo)

Pasajero



Soy el mortal pasajero,
del horizonte fugaz de la existencia.
Por ti nazco vida,
para ir modelando mis ruinas
en el domicilio del tiempo.

En el trasnoche de un poema,
busco la verdad de los próximos días.
Espero encontrar la unidad
de los seres que habitan mi mundo.

Necesito atinar la alegría
para regalar a los niños
que transitan conmigo.

Mientras las horas se amontonan
en una larga fila,
como soldados
de una guerra ya perdida;
busco la puerta, tránsito
a la distinta dimensión,
do deje de ser pasajero
por encontrar la inalienable tierra
donde ufano pueda simetrizar la medida,
al similar que intenta derrotar prejuicios.

Voy destilando amor, sembrando paz
cual transeúnte que espera
ver florecer los pasos de atrás.

Leonardo Silva (San Bernardo)

Mi refugio



Voy a ordeñar el cielo
para mojar los caminos
de arenas infecundas.

Voy a levantar un bosque
de castaños, piñoneros;
plagado de arbustos
preñados de vida.
Saborear mis instantes
de abandono.

Voy a construir mi refugio
con olor a roble y raulí.
Cálido hospedaje
para habitar mi pasión.
Voy a prolongar la noche
para ver el alba;
pernoctar con la tristeza.

Voy a tomar la mañana
para beber los minutos,
respirar los aromas
de tierras, de flores;
de trinos y clamores
y abatir lo incongruente.

Leonardo Silva ( San Bernardo)

martes, julio 31, 2007

Tu Sonrisa



No ahorres sonrisa.
Mientras habites el tiempo:
Sonríe.
Cuando desventuras
exploren tu paz,
Sonríe.

Si en derredor el bullicio
hiere tu sensibilidad:
Sonríe.

No almacenes tu sonrisa
como se guarda la joya;
gástala que no se extingue,
te sentirás satisfecha
por dar algo de ti,
recibirás el premio
de la sonrisa mía.

Si tu sonrisa está prisionera
en las fauces de la careta exterior;
si el orgullo arruga tu ceño
y muestras lo que no eres ;
revélate, no sufras por nada.

El afecto en el rostro
es tu sonrisa.
La riqueza interior
es tu sonrisa.
Es el mudo dialecto de amar,
es dejar escapar el alma
para conocer la mía,
es alumbrar la oscuridad
de huraños sin destino,
es la magia de dar y recibir.

Tu sonrisa es compañía
en instantes de soledad...

Leonardo Silva (San Bernardo)

Hoy Soy Feliz



Voy a dedicarme hoy a sonreír.
Te daré convivencia
entregaré cuerpos, distancias.

Estoy naciendo con el día,
tengo a Dios en el alma,
en el espacio de tu piel,
donde se desnuda tu nombre.

Vuelve hacia mí tu luz
bañándome de optimismo,
hoy quiero respirar,
ansío gozar la libertad.
Hoy construyo tu alabanza,
destruyo mis cadenas.

Son los navíos del cielo,
descienden su cargamento
de ángeles a darme paz.

Voy a demostrarte como soy,
huérfano de tristezas,
sin pensar en lo demás.
He desertado de la melancolía.
Hoy soy feliz.

Soy donde la noche descansa,
soy donde tu sangre es vulnerable,
donde tus ojos no ven,
soy donde los barcos navegan en calma,
soy el eco de tu llamada,
el protector de tu halada sombra.

Leonardo Silva ( San Bernardo)

El Viento



En vertiginosa carrera
a lomo de olas, voy,
coronado de espuma,
mientras mil gargantas gritan a mi paso.

Una envoltura de alas,
queriendo taladrar las sombras
como ojos centelleantes,
acompañan el pulso de mis horas.

Soy la brisa verde
viento de la tarde fuerza a la deriva,
jinete hacia el postrer...

No hay límite a mis dominios;
Ora subo con las evocaciones
por donde van las desesperanzas,
ora me detengo en un vergel
donde germinan esperanzas blancas.

Si un velero cansado pide mi auxilio
recorro travieso distancias
soplando sus ansiosas velas.

Leonardo Silva ( San Bernardo)

jueves, mayo 31, 2007

La Niña



Hoy regalé mi sangre
a otra sangre que escapaba. Púrpura desconocida,
¡que precioso plasma!
fuente de naciente fuerza,
hermana de otras sangres,
realidad viviente;
con sus ilusiones con el delirio mío.


El hambre de los días quiso devorar la niña,
como el viento, sin ser visto.
El hilo dorado de sus dedos
pequeños, tiernos como rama
se crisparon inocentes.
No lograron detener su propia sangre.
Huía, veloz
como río caudaloso.
Navegaba la esperanza,
jugueteaba en su cascada, la vida...


Leonardo Silva (San Bernardo)

La vida es buena, cuando quiere



Oye dama que acompañas mi pasada por la vida
no te apenes.
No quiebres tu rostro con pesares
y no riegues tus mejillas de dolor.
La Vida es buena, cuando quiere
sólo debemos agradarla con una sonrisa
siempre constante, igual a un niño.
Vamos por la vida caminando
como dos enamorados, desde siempre.
Ven a postrarte entre mis brazos
y entrega tu cariño, sin temor.
Eres el agua, el alimento el sol que ilumina
mi sendero.
Eres el placer que justifica
mi existencia en este mundo
oh ! mi amor....

Leonardo Silva (San Bernardo)

Crepúsculo



Oye crepúsculo dorado te puedo contar mis penas
como si fueras el amigo distante que tengo?
Puedes darme algún consejo
en tu maravilloso lenguaje de colores?
apresúrate quieres? antes que el ocaso se lleve
tus respuestas al silencio de la noche.
Inunda mi cuerpo con tus luces moribundas
para llenarme de la sabiduría ganada en un sólo día.
Crepúsculo haz cubierto con mil rayos el cielo
si parecen los caminos por donde habré de vagar...
No te alejes crepúsculo amigo pues muy sólo quedaré.
Quién podrá comprenderme?
a quién confiaré los secretos del alma?
Te esperaré en el firmamento
suspendido hasta tu próxima pasada.

Leonardo Silva (San Bernardo)

Le debo a mi Padre


Le debo a mi Padre el sentimiento,
el valorar las cosas espirituales,
respetar los errores humanos,
conocer la virtud de la sencillez.

Le debo a mi Padre la vida,
la gota clara de agua pura
cuando mi infancia llamó de sed.

Me enseñó su alegría entre cuerdas,
entre brotes de sus siembras,
viendo emerger las crias
de todos los animales que alimentó.

Le debo a mi Padre la esperanza,
a pesar de todo la fe en el camino.
Que hay siempre un motivo para estar vivo.

Me enseñó a llorar en silencio
para limpiar el alma oscura.

Le debo a mi Padre una canción
corazón de escarcha
que se quiebra con el tiempo ído.

Le debo un sorbo de tierra, mares, cielos,
surco de albergue para el desvalído;
a vestir con hierva el sendero
antes de amar a la mujer del sueño.

Le debo a mi Padre la caballerosidad,
el respeto al rostro materno,
a ser persona honesta.

Que la riqueza está en el interior
para abrir todas las puertas.
Le debo a mi Padre mi gratitud
y un millón de segundos de
amor...





Leonardo Silva (San Bernardo)

En Altamira

Postrer homenaje a la maestra

Olga Silva Navia

En Altamira te dejamos en reposo, dormida,
con la paz santificada rostro iluminado,

pálida, con el albo velo.


Azahares y azucenas, el perfume que percibo
cuando el postrer adiós.


A la maestra de mi sangre,
a la amiga que me dio bondad, amor, cordialidad,
a la señora de Amable… mi respeto, admiración.


Hoy te fuiste a la morada en el barco de ilusión;
celeste velamen sobre palos, buen viento al llegar.


Ya eres flor en mi jardín, eres ángel tutelar
repartida entre el jazmín y el mantel en el altar.


Aquellos parvos de Abrantes, esos hijos prestados
de otros vientres,
los de la escuelita de campo a quienes diste saber;
hoy son la sinfonía que quieren verte volver.


Leonardo Silva (San Bernardo)

El Parque de Lota



Camino sobre hojas secas putrefactas por el tiempo,
pronto será más tierra para ocultar la vida.
A mi alrededor, humedad, calor y penumbra.
Las ramas de los arboles sólo dejan pasar
débiles rayos luminosos,
para morir devorados por el río de pirañas
ante su alimento vital.
A lo lejos un arpa goza sus arpegios celestiales.
Acompaña a las aves y sus trinos disonantes.
Están celebrando la libertad.
Se deslizan por el cielo con gran facilidad,
parece como si la mano de Dios
cortara el firmamento en elípticos trocitos
para repartir a cada quién su igual.
En derredor, la naturaleza sobrevive.
Una cala enana me sonríe,
sus enlutadas vestiduras se elevan
orgullosas al lado de la orquídea
que llama mi atención...
¡Qué bella flor !...
Cómo esconde su hermosura
a los profanos ojos que la llenan de rubor.
Me deslizo por acolchados senderos
hasta dar con el claro, donde reina el color.
Un mar de hortensias sirven de portada,
al fondo, una fuente cristalina,
donde florecen las místicas
corolas de lotos perfumados.
Sus hojas inertes sobre el agua argentina,
sostienen una lágrima mía.
Llama un pavo real, la codorniz responde,
son testigos de mi asombro
y de mi intromisión.
Estatuas del Olimpo el camino me señalan;
desean me marche de su imperio vegetal,
mis ojos lo ven todo
están almacenando el alimento
que ha de crear mi canción...

Leonardo Silva (San Bernardo)

Bienvenida

Si llegaste aquí es porque te gusta la poesía. Porque eres un ente sensible, soñador que se alimenta de palabras en un verso callado. Es porque
cantas o encantas el alma, habitante de esperanzas, hermano de la
aptitud, compañero de lamentos, diseñador de bellezas, labrador de tierras secas,
poeta escondido. Disculpadme, esta es mi casa, hoy la vuestra donde desnudo
secretos a quién quiera poseerlos... Esta es palabra recién nacida del vientre
interior, mi pluma os saluda en el ojo del tiempo y la distancia, Más allá del
hoy, resumido en un instante.

Leonardo Silva

Batuco, Lampa, Chile