domingo, octubre 21, 2007

LASITUD



Señor de los veleros celestes,
llevadme a los confines, a las travesías,
por los tubos polifónicos,
donde no puedan saquear mis huertos,
y un cometa enterrado
nos de una limosna de claridad.

Llevadme señor, con tu aliento
a las esquinas puras,
al minuto donde el murmullo de palomas
ahuyente la injusta causa,
donde los clarines y los coros
atormenten el acto egoísta.

Sacadme de la profundidad nocturna,
de la modulación triste.
Recibe mi insomnio cansado,
lleva mi esperanza perdida
a la comunidad halada.

Allí calmare la tempestad del alma,
y mientras el divino bañe mi ser,
el barco de los sueños esperará
para volver con la saciedad y el perdón.


Leonardo Silva (San Bernardo)

Bienvenida

Si llegaste aquí es porque te gusta la poesía. Porque eres un ente sensible, soñador que se alimenta de palabras en un verso callado. Es porque
cantas o encantas el alma, habitante de esperanzas, hermano de la
aptitud, compañero de lamentos, diseñador de bellezas, labrador de tierras secas,
poeta escondido. Disculpadme, esta es mi casa, hoy la vuestra donde desnudo
secretos a quién quiera poseerlos... Esta es palabra recién nacida del vientre
interior, mi pluma os saluda en el ojo del tiempo y la distancia, Más allá del
hoy, resumido en un instante.

Leonardo Silva

Batuco, Lampa, Chile