jueves, mayo 31, 2007

La Niña



Hoy regalé mi sangre
a otra sangre que escapaba. Púrpura desconocida,
¡que precioso plasma!
fuente de naciente fuerza,
hermana de otras sangres,
realidad viviente;
con sus ilusiones con el delirio mío.


El hambre de los días quiso devorar la niña,
como el viento, sin ser visto.
El hilo dorado de sus dedos
pequeños, tiernos como rama
se crisparon inocentes.
No lograron detener su propia sangre.
Huía, veloz
como río caudaloso.
Navegaba la esperanza,
jugueteaba en su cascada, la vida...


Leonardo Silva (San Bernardo)

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Bienvenida

Si llegaste aquí es porque te gusta la poesía. Porque eres un ente sensible, soñador que se alimenta de palabras en un verso callado. Es porque
cantas o encantas el alma, habitante de esperanzas, hermano de la
aptitud, compañero de lamentos, diseñador de bellezas, labrador de tierras secas,
poeta escondido. Disculpadme, esta es mi casa, hoy la vuestra donde desnudo
secretos a quién quiera poseerlos... Esta es palabra recién nacida del vientre
interior, mi pluma os saluda en el ojo del tiempo y la distancia, Más allá del
hoy, resumido en un instante.

Leonardo Silva

Batuco, Lampa, Chile