
Duermes amor después de otro día,
tras el transcurso de correr con el trigal;
es tu remanso, es tu consuelo...descansar,
es pincelada ver tu cuerpo en el nidal.
El lecho blanco donde desnudas tu nombre
que abraza tu cuerpo de cálida piel,
es el mensajero que guarda la esencia,
la lágrima fría, la gota de miel.
En la hora frágil, con el cansancio anterior,
bebo de tu fuente de vida, un sorbo de sueños,
murmullo de brotes, tu diafanidad.
Mientras renuevas el humo de los fuegos.
el oro de los prados de la tarde, tus cabellos,
esperan en la almohada, despertar auroras,
y el fuego interno enciende tu mirada
que frene las ansias y mi celeste tempestad.
Soy espectador, guardián de tu ensueño,
peregrino conductor de nubes, un refugio,
tal vez un embrujo, para retener tu voz,
las pálidas manos y el pezón de rosas anidado.
En mi rincón diminuto, estoy temblando de vida,
contemplo, suspiro, recuerdo los años idos;
duermes hija del viento, entre las cadencias,
los espacios claros y mi amor que es tu abrigo.
Leonardo Silva (20 Abril 2010)
(Poema que participó en el II Torneo de poesía de "Los Caballeros de la Dama de Cristal" con el seudónimo de Caballero Coraje.
http://loscaballerosdeladamadecristal2.blogspot.com/2010/04/resultados-de-semifinales-ii-torneo-de.html